No me
imaginaba lo que es un osario exactamente. Nunca había estado en ninguno y
mucho menos en este de la República Checa, que es un punto turístico
"freak" para los amantes de lo gótico y los escenarios tenebrosos. Y
no es para menos, porque al margen de que Kutna Hora tenga un casco histórico
precioso y que sea un destino más a visitar en la República Checa, muchos
turistas se dejan llevar por el morbo y visitan la famosa capilla de los
huesos.
El osario de
Sedlec es la visita estrella en la localidad de Kutna Hora. Nos hemos de
remontar al siglo XIII para descubrir la historia de un monje que trajo a la
zona tierra de Jerusalén, motivo sobrado para que los lugareños quisieran ser
enterrados precisamente en ese cementerio. Tanto éxito tuvo aquella arena
sagrada que el cementerio quedó desbordado. Con el tiempo, la erosión acabó por
desenterrar huesos y más huesos, de ahí que se construyera una capilla en la
que se fueron colocando huesos en forma de pirámide. Ya en el s.XIX un artista
recibió el encargo de dar forma a la capilla y apareció lo que se puede ver hoy
en día: un sitio tétrico y algo macabro. Pero sin duda auténtico.
Mi visita al
osario de Sedlec fue como la de cualquier otro turista: entre perpleja y
sorprendida. ¿Porqué alguien se ha dedicado a decorar paredes y hacer
esculturas con huesos humanos? ¿Con qué derecho? ¿Qué pensarían los
propietarios de todos esos fémures o calaveras?
¿Qué sentido tiene un osario? ¿Te imaginas
acabar formando parte de un recinto sagrado al que acuden turistas con sus
cámara para hacer fotos de una particular decoración con tus restos? La vida a
veces tiene extrañas circunstancias que hacen que no sepamos con certeza qué
será de lo que quede de nosotros cuando nos hayamos ido. La frase aquella de
"a saber dónde irán parar mis huesos" aquí toma más sentido que nunca. Aunque una vez ya te
has ido... ¿Qué importancia tiene?
No hay comentarios:
Publicar un comentario