domingo, 17 de abril de 2016

Miami, barras y estrellas a ritmo de salsa

Durante décadas hemos visto como nuestros famosos más internacionales, sobre todo cantantes, hablaban maravillas de Miami, de su ambiente latino y de ese aire de modernidad yankee, de creatividad artística, de negocio musical y de camaradería entre los llegados de Cuba, México y España. Por eso cuando viajé a Miami pensé... A ver qué me depara este destino tan peculiar de los EEUU.

Miami es un "bicho raro" en USA. Una curiosa ciudad que ha crecido a la sombra de miles de emigrantes venidos de América Latina (sobre todo del Caribe) en diferentes décadas. Esa mezcla de cultura americana y raíces latinas a las que muchos se niegan a abandonar ha configurado un lugar único y especial a caballo entre dos maneras de vivir, dos culturas, dos mundos; el anglosajón derivado en el "american way of life" (estilo de vida americano) y el caribeño, fruto del mix entre lo español y lo africano.

Lo que yo sabía de Miami era que allí vivían "Las Chicas de Oro", Gloria Stefan y Celia Cruz y que a Miami habían ido a parar todos esos exiliados políticos que abandonaron Cuba y apostaron por una nueva vida en el país del Tio Sam. Y nada más llegar al aeropuerto se percibe precisamente eso: estás entre compatriotas que reciben con cariño a los españoles, "nuestros colonizadores pero padres de la cultura que hemos heredado". El sentimiento de orgullo hacia las raíces y los orígenes es una constante en Miami. Lo bonito es ver como gentes de diferentes rincones de América Latina se unen bajo la misma bandera americana de barras y estrellas a la vez que ensalzan su amor y debilidad por la tierra que dejaron atrás. ¿No os suena esto a lo que escuchamos muchas veces decir a los andaluces afincados en Cataluña? Pues por allí andan igual, con el "corazón partío" entre sus dos patrias.

Miami es divertida, sabe a mojito y suena a salsa y bachata. A reguetón. No es una ciudad especialmente rica en cuanto a puntos turísticos a visitar. Yo creo que lo interesante de Miami está precisamente en ese ambiente que se respira en el barrio de "la pequeña habana", con su calle 8 y el parque al que acuden los cubanos jubilados a jugar al dominó, recordando batallas vividas en su amada isla. Allí acabé bailando salsa en la calle con una pequeña orquesta que tocaba en directo. Uno de esos momentos que jamás olvidas por lo feliz y lo intenso.

Los edificios de art decó de Ocean Drive son muy pintorescos y le confieren a la primera línea de costa un ambiente de verano eterno con sus restaurantes, hoteles y coctelerías por los que pasea la gente guapa en busca de fiesta y conversación. Interesante visitar  Coconut Groove, el barrio en el que se rodó la mítica serie "Las Chicas de Oro", con esas casas con jardín que conservan la vegetación original de la zona. Ahí  uno se da cuenta de que con dólares la vida es muy bonita en los USA. Con presupuesto, claro!  Curioso pasear por Espanola Way, la calle del tapeo y los locales de ambiente español que están a medio camino entre la cultura mexicana y la española propiamente.

Un espectáculo imprescindible es subir al barco que te pasea por las casas de los famosos, ubicadas en pequeñas islas privadas (creadas en los años 20 con una técnica de dragado de arena). Son mansiones de lujo con yates anclados en los amarres, como en Roses (Girona) pero a la americana, o sea por todo lo alto. Otra de las recomendaciones es hacer una excursión a la zona de los Everglades, una especie de albufera valenciana o delta de l'Ebre pero con cocodrilos. Allí entiendes que toda esa zona que encontraron virgen nuestros antepasados colonizadores estaba plagada de mosquitos y pantanos, cocodrilos y humedad intensa. Es la desembocadura del rio Mayaimi, nombre de la tribu pre-colombina que habitó el lugar antes de la llegada de los españoles.

Las noches de Miami son para bailar y beber, dejarse ver .Y los días para ir a las playas, de agua y arena caribeña aunque sean urbanas. También para comprar, una de las actividades estrella para los turistas, que no se pierden el tour de Outlets y grandes centros comerciales a precios muy atractivos.

Yo decidí viajar en Navidad y pasar allí la nochebuena y el 25 de diciembre. En la playa y con gorrito de Papa Noel. Y pude vivir esa mezcla de crema solar y árboles de navidad tan curiosa en los países cálidos pero de raíces cristianas. 

Recuerdo con especial cariño un spot de televisión que para mí define a la perfección el carácter del ciudadano de allí: una abuela mexicana viaja a Miami a pasar la Navidad con su hija y su nieto. El niño, nacido en los EEUU, ya no habla español. La abuela, triste, ve como su nieto yankee apenas sabe comunicarse con ella. Y ahí entra el producto del spot: una escuela de español para niños en Miami!! El spot acaba con la resignación de la abuela diciendo en inglés "Merry Christmas, Manolito". Y su nieto le responde "Feliz navidad abuelita" en un español de acento americano. Fin del spot con la abuela emocionada, llorando. Creo que eso define mejor que nada la esencia de Miami: una ciudad que ha sabido crear su propia identidad dentro de un país donde eso  no era nada sencillo de conseguir. 




































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